
Por Catalina Maliqueo
Taller de Periodismo y Escritura
Taller de Cerámica
Son días de mucha felicidad para la comunidad de la Fundación San José Obrero y para la ciudad de San Carlos de Bariloche. Ya que el proyecto de fábrica de viviendas modulares del Sanjo es un sueño hecho realidad: ya está cerca de su finalización la primera casa.
Se trata de un proyecto colectivo que surgió por la necesidad de tener un techo propio y la falta de viviendas en la ciudad, que día a día se está volviendo una problemática cada vez mayor.
Este proyecto nació en la Fundación y es avalado por un grupo de especialistas, técnicos independientes, científicos del Conicet, la Agencia de Innovación y Economía del conocimiento (Innova) de Río Negro, el INTA Bariloche, Parque Nacional Nahuel Huapi, las universidades nacionales de Río Negro y del Comahue, y la Facultad de Venado Tuerto de la Universidad Tecnológica Nacional, entre otros.
La iniciativa avanza con un formato de cooperativa, que agrupa a estudiantes trabajadores de la Escuela Fábrica de Futuro del Sanjo, talleristas y directivos.
Al frente de la cooperativa de casas está Fernando Fernández Herrero, a quien acompaña Omar Mastroianni (presidente de la Fundación), y Matías Herrero y Sebastián Fuentes (director y vice de la Escuela Fábrica de Futuro).
Los estudiantes trabajadores recibieron una capacitación del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad de la Nación.

El prototipo de las futuras viviendas modulares estuvo a cargo de un equipo técnico integrado por Sebastián Ayala, maestro mayor de Obras y responsable de los planos; Gerardo Waidelich, técnico de constructor y titular de la empresa GW Maderas; Rafael Elías Costa, científico retirado del Centro Atómico Bariloche; el doctor Alejandro Martínez Meyer de INTA; el docente investigador Alfredo Guillaumet, de la UTN; Luis Caputo, profesor jubilado de la escuela Nehuen Peuman; María Luz Martiarena y el biólogo Javier Grosfeld del Conicet; y Verónica Garea, de la Fundación Invap.
Fue presentado al Fondo Tecnológico Argentino (Fontar), organismo que lo adjudicó para su financiamiento, con fondos serán destinados a la fabricación de la primera vivienda modular.

Las casas
Las viviendas serán aproximadamente de unos 40 metros cuadrados cubiertos. Se trata de una casa de dos ambientes con cocina comedor, dormitorio y baño.
Son construidas con paneles de madera de la zona, chapas de metal pintadas, sanitarios y aberturas e instalaciones eléctricas, gas y agua.



Tienen una aislación térmica especial y la calefacción será a través de equipos de “aire inverter”, sistemas sencillos y económicos de climatización de frío y calor.
Cuando esté en plena marcha la fábrica, una vez construida las casas serán transportadas a los terrenos de los compradores o beneficiarios, quienes deberán contar con una platea y sus conexiones básicas para el armado de baño y cocina, sobre la que se montará la estructura.
Está previsto que la cooperativa construya casas en serie (estiman hacer una por día), para las personas que más las necesiten, a precios accesibles para todos.
Además de aportar una solución al problema habitacional que existe en nuestra ciudad, este proyecto brindará trabajo, educación y capacitación a los jóvenes de los barrios de Bariloche, garantizándoles una mejor calidad de vida y un futuro próspero.